26 septiembre 2012

Ráfagas

¿Cómo es que las cosas pierden tan rápido su importancia? Ya sea alguna angustia, motivación, preocupación, sentimiento.
Vienen a mi inmensos y fugaces.
Pasajes intensos de una actividad -mas no sea un pensamiento- que queda claramente en el pasado la siguiente semana.
En vano sería ejemplificar, pues todo en cuanto estuve sumergida, hoy ya es un recuerdo sin validez.
Es que en verdad no estoy segura de que pierdan su importancia, mas bien me preguntaría a dónde va toda la intensidad, o si no es más que nebulosa.
En fin, le dejo ese trabajo a lo que yace bajo mi conciencia, que me ayude así no tengo que asociar todo concientemente. Total, lo que queda en medio del aire, e incluso parece no tener relación con el resto, con el tiempo lo acomodo, le doy un lugar.
Esos procesos son más lentos, la psiquis, como el cuerpo, tienen su tiempo para entender. Nada es sinsentido y todo tiene su momento.
Cuando algo me asalta, me emociono, y si pasa rápido la ráfaga, al dejo pasar, me tengo fe y continúo.
Es un sentimiento que pareciera ser pasión, pero no lo es, porque la pasión...
...eso es algo que nunca se pierde.


-ms
08-2012

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