18 septiembre 2009

jota

Le estoy haciendo el desayuno al amor, que recién se despierta y se está levantando.

09 septiembre 2009

progresión armónica

Porque me invade, sin que yo quiera, esta angustia, angustia que no sé en realidad de dónde viene.. si de tu recuerdo, de tu ausencia, de la impotencia, o de la tristeza que siento ahora, dentro mio, sin incluirte.
Que ese niño, parado sobre la montaña, ostentando desgracias, que ese niño que desaparece ahogandose en la tierra, desde algún punto me reclama. Mas no sé si lo que escucho es realmente su voz, o son ecos.. recuerdos de voces, tal vez.
Me he decidido a marcharme, y aunque salí, las voces van conmigo, y también me he convencido de que eran un recuerdo, o la imaginación, y quisiera verte para confirmar alguna de mis hipótesis, sólo que, claro está, no podría creerte ninguna. Si refuta mi teoría sería poco creible, pero si la confirma, quizás no me sentiría del todo segura, sería muy triste.
Por eso siento que no quiero verte. Porque si te veo perdería la esperanza de encotrarte. Sería quizás la despedida de una ilusión, el entierro de una etapa, que inexorablemente de pie a otra, con o sin vos, a otra etapa de esta relación casi tácita que establecemos. No está a la vista, pero de alguna manera existe.
Como el alma.
Como el amor.
Te busqué, y no te econtré. Me hace sentir bien el no haberte encontrado, ya que sino, debería haberme hecho cargo de una situación con la cual ni estoy de acuerdo ni creo estar lista para afrontar. Tus ojos. Éso si me gustaría, tus ojos.
¿Cuántos miré buscando un razgo que se parezca a los tuyos? alguno mínimo. Para poder fantasear que quizás el que está atrás en el colectivo sos vos. Pero no hubo caso. No hubo caso alguno en que pudiera encontrar una mirada como la tuya. Pensaba que ya me estaba olvidando de cómo era, pero puedo distinguir perfectamente cual no es.
Rueda, gira, es cíclica, pasa una y otra vez por el mismo lugar, que, claro, ya no es el mismo lugar. La vida es una rueda. No hay stop, ni pausa, ni volver a empezar. Una vez que damos un paso, ya no podemos retrocederlo. Podemos improvisar, modificar, cambiar el rumbo, pero nunca ir para atrás.
Porque de eso se trata: de avanzar, y avanzar es crecer.


-malena.