Desvalorización constante y despiadada. Angustia. Necesidad de reconocimiento. ¿yo tengo que reconocerme a mi? ¿qué no estoy viendo? Vista borrosa. Poca o ninguna visión panorámica. Tristeza por mis actos. Tristeza de lo que los otros piensen de mi y yo no hacer nada para cambiarlo. RABIA. Rechazo. Duealidad entre el entendimiento conciente profundo y no poder actuar en consecuencia. Ego completamente herido. Ser títere de mi ego me causa dolor. Angustia. Llanto interminable. Reclamos. Enojos. Hasta que me sentí tan triste que no pude enojarme.
VERGÜENZA. Mucha.
Miedo a la soledad. Miedo a que me dejen de querer mis seres amados. Sentirme apabullada. Sobrepasada. Stressada. No sé qué hacer. Me angustio. Me siento triste. Me da vergüenza.
A la vez, una conciencia tranquila conectada a un todo, que observa, me mece y me cuida, está conmigo, como siempre, abrazándome sin juzgarme, ayudándome, dejándome ser, me permite sentir, está conmigo, estoy conmigo, mi canto está conmigo.
Angustia. Crecimiento. Poca visibilidad. Llanto. Poca capacidad de resolver. Polaridad con mi confianza. Siento que me ahogo en un vaso de agua.
mayo-junio 2014
