01 mayo 2013

Re-habilitarme

La rehabilitación empezó cuando mi cuerpo me lo pidió. Fue algo como:"ya estoy preparado, quiero empezar a moverme"; cuando entendí que yo tenía que hacerlo, en la medida que pudiera, que era una cuestión de actitud. Con todo lo que sé puedo hacer mucho y es una falacia creer que tengo que ir a un lugar o que alguien me curará, por qué no creer que yo podía empezarlo. No es que no tenga que ir al osteópata, es que mi rehabilitiación empezaba en mi corazón, mis pensamientos y mi respiración. Acá, donde estoy yo, mi dolor no era/es sólo físico, y para empezar a curarme qué mejor que volver a quererme.
Es muy notorio como el dolor -físico- desequilibra todo el cuerpo. Es decir, todas las emociones. Es una cadena interminable de falsas creencias, de tristezas. A partir del accidente no pude volver a andar en bici ni entrenar, claro, tenía mucho dolor, pero sin embargo podía hacer otras actividades (hablo en pasado pero bien podría ser presente), por lo que mi mente decodificaba de esta manera: no entreno porque duele pero hago teatro porque me gusta, y siempre justificaba todo de manera que mi autoexigencia  se enfurecía y crecía, y todos los efectos secundarios del golpe  la alimentaban: empecé a comer más -desequilibré mi alimento, empecé a hincharme -desequilibré mis emociones, y ya no respiraba, o mejor dicho no me concentraba en ello, que es la vida. Entonces.... era una "gorda que no hacía nada", porque es mucho más fácil pensar así que aceptar que comer constantemente es un miedo al vacío y sentimiento de necesidad y temor a la falta, desconfianza que yo -y la vida. siempre proveemos. La hinchazón es con mis padres, por falta de autoafirmación, que no es más que conocimiento interior, aceptación y autoamor. Y recalco el autoamor porque no fue hasta que me dí cuenta que yo me quería mucho y me estaba tratando mal ( no sólo porque me retaba sino porque no me cuidaba) que tuve la necesidad de empezar a hacer algo para curarme, ya ya no solamente del golpe.
Y ahí estaba la respuesta, como siempre, parece tan mágico, y lo es. Un respiración que hace que círculo empiece a girar en otro sentido, y una vez que esto sucede ya no es tan difícil sostenerlo, es tan placentero que se trabaja con alegría.


-Malena Suhcled

No hay comentarios.: