11 octubre 2011

Yo decreto

Anoche me vi, como una película pasaba mi vida, entre el pasado, el futuro, y este Eterno Ahora. Me ví feliz, brillaba tanto, tan cómoda en mi cuerpo, tan conciente de quien soy.
Estaba arriba de un trapecio, con una nariz y un clarinete. O arriba de un árbol, o en un bosque metiéndome adentro del río, siendo el río. Abrazando niños, ¡cómo se reían esos niños!. Me ví en distintas partes del mundo: con maestros espirituales en la India, o en Egipto, en Rusia con el circo, en las selvas de África, barcos, agua, montes... precipicios...
Me ví bailando en CentroAmérica, dando multitudinarios conciertos, grabando discos, conociendo gente, llenísima de amigos. Me veía acróbata, y me veía payaso.
Me veía meditando, cantando mantras, por alguna otra dimensión.
Me impactó mi luz, y mi belleza, y tan destacada en todas las artes. Me escuhé en ese sueño y decía: "yo soñé esto".
Más tarde, mientras hablaba de las actividades que hago en este momento, me ví, me ví hoy, me ví Malena, y me escuché diciendo: "yo soñé esto".

Moraleja: cuando el deseo es sincero, cuando viene de lo más profundo de uno, le es vital concretar eso que anhela. No es que me gustaría ir hacia allá, es que esa es mi vida, es lo que yo decreto.

-ms

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